lunes, 30 de julio de 2012

Mandarina Amarga



Colgada del estandarte de la repisa de la terraza balcon de la cocina,
quisiera levantarme de la bañera y por fin sentirme viva.
Quisiera una golosina ácida y dulce que me atosigue

una mandarina amarga,
una tarde de verano con escarcha:
algo tiene que pasar.
Te vi las manos un día y estaban cerca;
caíamos lento por el agujero negro
que a su vez caía cual caracol
como el viento que entra dulce por la pared
por un agujero que hay entre la pared
y la ventana, el viento
entra de remolino veraniego
chupa las instancias calientes
enfría los espacios entre dientes
es una serpiente que en la caída maduró

y ahí, tu mano, de ceniza, de algodón
estaba pasando a través de mí
quería agarrarse como sea de algo que fuera
útil, fértil, fútil,
como sea, era yo.
Pasaste entre musculo y órgano,
entre dos o más de los varios tejidos
que me acumulan la historia
una cosa entre otra
me nutren de anterioridad

el recuerdo se sucede en la idea del espacio
entonces estamos de nuevo
cayendo

Ojalá no hubiera que volver de esos estados.

Pero se vuelve, y otra vez el vertigo
del que cuelgo
aquí me quedé enganchada
al caer  

No hay comentarios:


LB-0768 (c. 1959)

cuero cabelludo
la frente
las orejas
la base del cráneo
la nuca
la espalda entre los omóplatos
la base de las costillas
el plexo solar
el estómago el esófago la garganta
los intestinos – el ano
el hueso pélvico las articulaciones
las piernas muslos tobillos los dedos de los pies
los brazos antebrazos y las manos
la respiración
la palpitación
los acaloramientos
los dolores – los cólicos –
el olor a sudor del animal
acorralado en máxima tensión

Louise Bourjois

"Estamos hechos de la misma sustancia con la que están hechos los sueños, y nuestra breve vida está rodeada de un sueño"

William Shakespeare, La Tempestad, (IV, esc. 1)